La preocupante propuesta de la “baja laboral flexible” supone un ataque directo a los derechos de los trabajadores en salud laboral y otorgar más poder a las mutuas

El Gobierno ha expresado su voluntad de abordar en la mesa de negociación, junto a los agentes sociales, una reforma de la incapacidad temporal que pretende introducir lo que han dado en llamar “baja laboral flexible o IT flexible”. A la espera de conocer el trabajo del grupo de expertos que han iniciado las reuniones esta semana, desde USO queremos aclarar varios puntos de esta preocupante propuesta.

En primer lugar, la baja laboral flexible no se trata de una improvisación. Esta propuesta ya está recogida en el Informe de la Asociación de Mutuas de Accidente de Trabajo “El absentismo laboral derivado de la incapacidad temporal por contingencias comunes”, publicado en 2023. En su punto 8, se recoge la “posibilidad de implantar la Incapacidad Temporal parcial, que permite compatibilizar el tratamiento con la reincorporación parcial al trabajo, y la Incapacidad Temporal en pluriempleo”.

Hay que destacar que, también en este texto, se recogen otras propuestas de las mutuas dirigidas al seguimiento o la penalización económica; como, por ejemplo, que el personal de las Mutuas pueda actuar en los Centros de Atención Primaria para el control y seguimiento de las bajas; dar carácter ejecutivo a las propuestas de alta formuladas por las mutuas; suprimir o reducir las mejoras a la prestación en los convenios colectivos; o rebajar el porcentaje que se aplica a la base reguladora para el cálculo de la prestación de ITCC.

Criminalizar las bajas por enfermedad

En los últimos tiempos, hemos venido observando que, desde medios de comunicación, patronales y mutas, se ha retomado el mensaje de criminalización y acusación de fraude generalizado en la IT a trabajadores y facultativos. Sobre ellos, se carga la culpa del abultado coste de la IT y del lanzamiento de informes sobre absentismo, como el de Adecco, con cifras inasumibles, en el que se considera absentismo todo, excepto los días de vacaciones y ERTE.

En USO, echamos en falta en este debate un análisis en el que se aborden los fallos en la prevención, la falta de reconocimiento del origen laboral de muchas de las IT que las mutuas consideran comunes o cómo afectan las condiciones de trabajo y la precariedad a las personas trabajadoras. Estos temas fundamentales nunca se debaten: solo se habla de recorte del gasto a costa de la salud y ampliar las competencias de las mutas para que lo lleven a cabo, como se hizo con la Ley de Mutuas en 2014.

¿En qué consiste la propuesta de la baja laboral flexible?

Desde USO consideramos que la propuesta consiste, básicamente, en un recorte descarado de los derechos de las personas trabajadoras en cuanto a seguridad y salud laboral se refiere.

La propuesta se centra en dos situaciones concretas:

  • Reincorporación paulatina de las personas trabajadoras en situación de incapacidad temporal a la actividad laboral.
  • Regulación de la incapacidad temporal en situaciones de pluriactividad.

Todo ello, contando con la “voluntariedad” de la persona trabajadora para la aplicación de estas medidas.

Baja y pluriactividad

Según analizamos en USO, en relación a la pluriactividad, no hace falta ninguna regulación extra en cuanto a incapacidad temporal. Es algo que el sistema ya contempla. Por ejemplo, podemos tener un trabajo como mozo de almacén y otro de atención al cliente (telefónico) el fin de semana.

Si sufrimos una lumbalgia, el médico nos dará la incapacidad temporal para nuestro trabajo de almacén (la dolencia es incompatible con ese trabajo), pero podemos desempeñar sin problemas las funciones de atención telefónica al cliente en nuestro otro trabajo; con lo cual, acudimos al mismo sin ningún tipo de problema. Se está presentando como algo nuevo una práctica existente y a la que se lleva recurriendo en las situaciones en las que la persona trabajadora causa baja por incapacidad temporal y trabaja en dos o más empleos al mismo tiempo.

Incorporación paulatina al trabajo

En cuanto al supuesto de la incorporación paulatina, además de constituir un ataque y un retroceso en lo referente a los derechos de las personas trabajadoras y su salud, es una maniobra que parece no tener en cuenta la normativa básica de Prevención de Riesgos Laborales.

Según esta, cuando una persona trabajadora en situación de incapacidad temporal recibe el alta por curación total o mejoría que permite trabajar, es responsabilidad del empresario comprobar, a través de su servicio de prevención, el estado de salud de la persona trabajadora y la compatibilidad de la misma con las funciones y tareas que componen el puesto de trabajo que debe desempeñar, adaptando el puesto de trabajo en caso de ser necesario o ajustando las funciones o tareas que la persona trabajadora deba desempeñar, teniendo en cuenta el estado de salud tras la situación de incapacidad temporal.

Ahora mismo, prima el estado de salud de la persona trabajadora, que es lo que se pone en el centro para valorar la recuperación, las posibles secuelas y la reincorporación a la vida laboral activa. Desde USO, defendemos que es así como debe ser y seguir siendo.

Sin embargo, la propuesta que supone la incapacidad temporal flexible parece que pretende invertir este proceso y desplazar del centro de atención la cuestión más importante: la salud de las personas trabajadoras.

“Voluntariedad” del trabajador

Por último, pero no menos importante, no podemos dejar de tener en cuenta que, a lo largo de toda la información acerca de estas propuestas, se hace referencia a la “voluntad” del trabajador, como si esto fuera garantía de algo.

Desde USO recordamos que, en la mayoría de las ocasiones, el término “voluntariedad” en el ámbito laboral es sinónimo de “coacción” y “obligación”. Esto deja escaso de margen de elección a las personas trabajadoras para decidir qué quieren hacer ante la propuesta del empresario. Nos encontraríamos ante un caso similar a la cantidad de horas extras que se realizan cada día y no se remuneran, consecuencia de esa “voluntariedad” o “libertad de elección” de las personas trabajadoras a la hora de realizar las horas extras o no.

Desde USO, exigimos que no se permita instaurar un sistema que está concebido para la desprotección de las personas trabajadoras y supone un retroceso en la conquista de derechos laborales.

La salud de las personas trabajadoras debe ser protegida de manera efectiva, eficaz y total, y no podemos dejar que el miedo, la coacción o las posibles consecuencias negativas para ellas condicionen sus decisiones en relación a su salud.